Cómo Agradar a Dios
Para un cristiano, nada debe ser más importante que vivir una vida que agrade a Dios.Y yo creo que en el fondo, cada cristiano genuino quiere agradar a Dios.
Este no es un deseo natural. Más bien, lo recibimos cuando Dios cambia nuestro corazón y nos convertimos en partícipes de su Espíritu.
Pero vivir una vida que agrada a Dios no es casualidad. Se puede venir sólo a través de un compromiso diario.
"Ninguno que milita se enreda en los negocios de esta vida; que le puede agradar a quien lo ha escogido para ser un soldado", dice la Biblia (2 Timoteo 2: 4.). Estas acciones verso valiosa sobre cómo agradar a Dios. Usted ve, el Señor ha llamado a cada uno de nosotros para ser un soldado para él.
Y de acuerdo a este versículo, si queremos agradar a Dios, no podemos permitir que se nos enreda en los negocios de esta vida. Sabemos que esto es cierto incluso para los soldados en militares de nuestra nación.
De este versículo, llego a la conclusión de que para que podamos agradar a Dios con nuestra vida, nuestra prioridad diaria debe ser aquellos asuntos que pertenecen al Reino de Dios.
Incluso como un predicador del evangelio, encuentro mi búsqueda para vivir una vida que agrade a Dios a ser un desafío.
Por ejemplo, yo soy un padre, un esposo, un empleado, y un predicador. Estos roles no siempre encajan perfectamente juntos. A menudo resulta difícil equilibrar toda la actividad asociada. Pero siempre tengo en cuenta que mi última meta en la vida es agradar a Dios.
Eso significa que no puedo asistir a cada reunión social con los miembros de mi familia que quieren que yo asista. Y a veces, no puedo pasar todo el día el sábado trabajando en mi proyecto con mi mascota en casa, pero tengo que abandonarla para ir y debidamente prepararme para servir al pueblo de Dios en la mañana del domingo. Estoy diciendo que nuestra pasión por Cristo debe impregnar todo lo que hacemos, si queremos agradarle.
Sé que esto no es un mensaje popular, pero es de vital importancia. Algunos creyentes pasan tanto tiempo en las redes sociales como Facebook que me pregunto cómo consiguen mucho de cualquier otra cosa hacer en un día.
Y me sorprende cómo nos hemos convertido en adictos a todos esos pequeños aparatos que compramos, como teléfonos inteligentes, computadoras tablet, lectores de libros electrónicos, etc. Me encanta todo de ellos, pero hay que tener cuidado de no permitir que consuman cantidades excesivas de nuestro tiempo, no sea que tenemos poco o ningún tiempo para las cosas de Dios.
Creo que usted me entiende. Estamos en este mundo pero no de él. Si queremos agradar a Dios, Él debe ser nuestra gran pasión.